La duende que comió liquen
Tarina es una duende joven que ha terminado su periodo de aprendizaje en el mundo sobre cómo ser una duende bienhechora. Aprendió de los niños la diferencia entre el bien y el mal. Ahora volvió a la aldea de Santa y está pasando tiempo con los clanes de duendes para descubrir en cuál se siente más cómoda.
Sabe que le encantan los animales. Por eso, el primer clan con el que quiere pasar tiempo es el de los Holhooja, en el Rancho Polar. ¡Está muy emocionada por conocer a los renos y aprender más cosas sobre ellos!
¡Una vez que se acomode, le presentarán a su duende mentora, Nörra! Nörra pasará tiempo con Tarina, le explicará todo lo que implica ser una Holhooja y el trabajo que han de realizar.
Tarina está junto a Nörra todos los días y la ayuda todo lo que puede con los quehaceres y las tareas de rutina. Por ejemplo, colabora con la recolección y elaboración de comida para los renos, la limpieza de los establos y con el orden de las habitaciones para que todos estén cómodos en todo momento. También corta pezuñas, que sería una suerte de manicura para renos.
Pero lo que más le interesa a la pequeña Tarina es el liquen mágico y el vuelo de los renos.
Nörra le explica con alegría cuánta cantidad necesitan comer y cuánto dura el efecto, pero no puede revelarle el secreto de la receta para elaborarlo. Solo los que se consideran Holhooja en su totalidad tienen permitido saberlo, así que Tarina tendrá que decidir si realmente quiere convertirse en una Holhooja antes de poder averiguarlo.
Nörra no puede mostrarle a Tarina cómo preparar liquen mágico, pero no tiene problema en que la ayude a dárselo a los renos que lo necesiten.
Nörra reúne algunos baldes con liquen ya preparado y le entrega uno a Tarina antes de indicarle el camino hacia los establos, donde se encuentra el equipo del trineo de Santa. Los renos que forman parte del equipo del trineo necesitan comer liquen a menudo durante un tiempo antes de la gran noche, a fin de asegurarse de que tienen suficiente en su cuerpo para aguantar el recorrido por todo el mundo, ida y vuelta.
Nörra y Tarina comienzan a darles el liquen a los renos... cuando, de pronto, Tarina se pregunta qué pasaría si ella comiera un poco. ¿Sería capaz de volar como los renos? ¡La pequeña duende es muy curiosa!
Cuando Nörra se dirige al otro cuarto a comprobar algo, ¡Tarina toma un puñado de liquen sin que la vean y se lo mete en la boca!
¡Puaaaj! ¡Qué sabor más horrible! Aunque si funciona, habrá valido la pena.
Nörra regresa y mira a Tarina con gracia, pero no se da cuenta de que haya pasado algo fuera de lo normal.
Poco después, la barriga de Tarina empieza a rugir, luego a moverse y, al final, ¡a burbujear! «Ay, cielos. No me siento nada bien».
¡De repente, le da hipo! Con cada hipo, Tarina flota un poquito y, luego, vuelve a bajar. ¡Ay!
Nörra se da cuenta de lo que acaba de suceder y se ríe. «Muchos Holhooja novatos se tientan de probar el liquen, aunque les decimos que no lo hagan, y esto es lo que sucede. Tendrás hipo durante un rato y el dolor de barriga te durará todo el día. ¡El liquen es para los renos y solo funciona con ellos, no con los duendes!».
Después de esta lección, Tarina siempre recordará que no debe comer cosas que no están pensadas para ella.
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